Siempre me han molestado las personas que quieren imponer sus propias creencias a los demás, sobre todo las negativas. Que yo esté frustrado por mis experiencias no debería implicar que mi equipo deba de estar igual. Esto no es empatía, es estupidez.
Es deber del líder no contaminar al equipo con sus miserias y condicionarles sobre cómo deben opinar o valorar la gestión de alguien que no ha interactuado con ellos de forma directa. Puede pasar y pasa muy a menudo que algo que no me ha funcionado a mí, pueda funcionar a otra persona, pero si yo ya he sembrado la sombra de la duda lo que estoy haciendo es condenar esta posibilidad. Que la compañía hoy no me esté tratando como yo creo que merezco y que mi superior hoy no me otorgue su favor no debería implicar que yo predisponga a mi equipo en contra. Ellos deben vivir sus propias experiencias y emitir su juicio por sus vivencias y no por las mías.
Desgraciadamente son demasiados los jefes mediocres que, en pro de un falso alineamiento condicionan y contaminan a sus equipos. Buscan una falsa comprensión sin darse cuenta que están condenando al equipo a un clima de negatividad que en nada les va a ayudar. Cada individuo debe tener el derecho de vivir sin condicionantes sus propias experiencias y de extraer sus propias conclusiones sobre las mismas que bien pueden coincidir con las de su superior o no.
Contaminar los entornos de trabajo es irresponsable y dañino. En muchos lugares de trabajo está presente el personaje quejoso, siempre insatisfecho y siempre negativo y reivindicador. Los compañeros intentan escapar de él o ella para no amargarse. El tema se complica cuando esta persona es tu superior y no puedes escapar de él o ella y además se espera de ti que muestres alineación.
De esto va el mini video que aquí os muestro
https://www.youtube.com/watch?v=0tZ8K9BcxlE
Hasta la próxima
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