Debe ser ético en sus acciones II parte

 

En los últimos tiempos se habla mucho de la ética empresarial, que es importante porque determina la imagen y la reputación de la empresa, pero si las empresas son personas, entonces esas personas deben ser éticas para que la empresa lo sea. Partiendo de esta premisa, podríamos decir que no puede haber empresas solidarias, eficientes, equitativas, dignas, transparentes y en constante mejora si sus directivos no son solidarios, eficientes, equitativos, dignos, transparentes y en constante mejora. Muchas veces nos referimos al ente empresarial como si este tuviese autonomía propia, pero lo cierto es que dentro de sus paredes siempre hay sillas ocupadas por personas y en la calidad y ética de estas recae el éxito o el fracaso de la empresa.

Por ser más concretos, voy a listar algunos ejemplos de falta de ética, de malas Praxis que son bastante habituales en los comportamientos empresariales. Vamos allá:

1)     Ofrecer una promoción «envenenada»: quieres prescindir de un colaborador y cómo está bien afianzado y es solvente en su posición actual, le ofreces una nueva posición, que le saque de su zona de confort. Pasados los razonables 100 días, empiezas a cuestionar su desarrollo en la nueva posición y seis meses más tardes «vendes» que no ha funcionado, que no ha sabido desenvolverse en el nuevo cargo, que no lo ha entendido y está fuera.

2)     Aplicar el método de: cuando va bien el mérito es mío y cuando va mal, el problema es el equipo.

3)     Apropiarse como propia de idea ajena. Se acostumbra a dar por parte de directivos que personalizan en ellos el triunfo de la actividad o idea de uno de sus colaboradores. Éste último no se atreverá, al menos públicamente, a contradecir a su superior.

4)     Hablar mal de un colaborador para desacreditarlo y allanar así tu camino hacia una ansiada promoción. Es tan común como que lo vemos cada día en las campañas preelectorales de los políticos.

5)     Negar tu participación y ponerte de lado cuando una iniciativa no llega a buen puerto.

6)     Hablar mal de miembros de tu equipo a tu superior, para justificar unos pobres resultados.

7)     Desacreditar y orquestar una campaña contra un empleado por una mala experiencia personal o una crítica recibida de la persona.

8)     Filtrar información confidencial que el empleado ha compartido con su superior o con recursos humanos.

9)     Hablar mal y de manera continuada de tu superior a los equipos.

10)  Hablar mal de un miembro de tu equipo a tu superior para justificar tu voluntad de prescindir de él, de forma opaca, sin veracidad y sin dar a la víctima la oportunidad de explicarse.

11)  Hablar mal de un colaborador.

12)  Mentir

 

Sinceramente, no creo que haya grandes empresas, de esas que hacen gestas remarcables, sin un comportamiento ético por parte de sus directivos. La mayoría de las empresas que conocemos están organizadas en base de acumulación de poder en la cúspide y control de la base y este tipo de organizaciones es aun más dependiente y vulnerable a la calidad de quien la dirige. Es un sistema peligroso por su falta de democracia y su fuerte dependencia de un liderato concentrado en pocas figuras.

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