En el último post nos quedamos en la descripción de los tres estilos de liderazgo, según su ámbito de actuación y detallábamos las características más comunes de los dos primeros:

1) El que no hace, pero deja hacer

2) El que lo hace todo y no deja hacer

Por lo tanto, vamos hoy a por el tercero: el que hace y deja hacer

Este directivo se centra en temas de dirección, de estrategia, de toma de las decisiones relevantes, de orientar al equipo y velar por que todo el mundo esté donde debe estar y deja que el equipo tome responsabilidad de sus áreas y actúen de manera proactiva, autónoma y responsable.

Se requiere presencia y ejercitar control, pero éste dependerá de la madurez del equipo. En este modelo hay trabajo para todos y todo el mundo gana. Es un modelo enriquecedor tanto para el propio directivo, que puede y debe centrarse en la aportación de valor y la definición de las líneas de actuación, como para el equipo, que tendrá espacio para ejercer sus responsabilidades y también para proponer nuevas iniciativas, dentro de sus áreas de actuación.  

El riesgo de este modelo es que el directivo haga lo que se llama "micro management" y es que tenga la tentación de concentrarse demasiado en los temas de menor impacto, que podría perfectamente delegar en el equipo, en lugar de mirar arriba y hacer el trabajo que solo a él/ella le corresponde. Este "micro management" es común porque es tentador de entrar en él.

Si el directivo, además, tiene establecida la dinámica del trabajo en equipo y de compartir, éste se desarrollará en temas de estrategia y poseerá una versión más a largo plazo. Los equipos agradecen mucho que su líder les haga partícipes de sus reflexiones y propuestas de actuación. Hay espacio para las opiniones, pero lo más importante es que reciben conocimiento y formación sobre áreas que van más allá de sus competencias actuales, pero no futuras. No debemos olvidar que estamos formando y desarrollando profesionales para que el día de mañana puedan ocupar nuestras posiciones.

La semana que viene entraremos en materia e iremos ya desgranando cada una de las principales e imprescindibles actuaciones que un buen líder debería de mostrar, hacia el equipo, los colaboradores y la organización y empezaremos por el deber de nutrir y estimular al equipo.

 

Liderazgo y aprendizaje son indispensables el uno para el otro - – John F. Kennedy

Hasta la próxima

 

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